El pasado del tiempo

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viernes, 8 de octubre de 2010

Bicentenario de las Cortes de Cádiz (1810- 2010)



Os dejo el programa de Reportero de la Historia de RTVE sobre el bicentenario de las Cortes de Cádiz (1810-2010) y algunas ideas para contextualizar y  entender su importancia en la Historia de España

Rasgos generales de la Guerra de Independencia     

 A comienzos del siglo XIX la política exterior de España se había supeditado a la estrategia napoleónica del “bloqueo continental” contra Inglaterra. El Tratado de Fontainebleau (27 de octubre de 1807) supuso un compromiso bélico con Francia para la invasión y  reparto de Portugal Pronto se comprobó que los proyectos de Napoleón iban más allá de los acuerdos: una verdadera ocupación del territorio peninsular encaminada a controlar los  tres puertos más activos e importantes: Barcelona, Cádiz y Lisboa. Mientras la monarquía española se desintegraba y daba muestras de inoperancia. Entre el  17 y el 19 de marzo de 1808, el motín de Aranjuez, condujo a la destitución de Godoy y abdicación de Carlos IV:  Fernando VII, rey de España El 23 de marzo Murat entra en Madrid..  La familia real es llamada  por Napoleón a Bayona.- El 2 de mayo se levanta el pueblo de Madrid. Poco después tendrán lugar las Abdicaciones de Bayona (5-6 de mayo). Napoleón  entrega la corona española a su hermano José. Comienza la llamada Guerra de Independencia  El levantamiento popular  ha originado una guerra generalizada no prevista por el proyecto bonapartista.
Ante la pasividad de las autoridades españolas, la Junta de gobierno y el Consejo de Castilla, Murat se autodesignó presidente de la Junta, depositaria de la soberanía. Estos hechos motivaron la resistencia del pueblo español a través de Juntas provinciales y locales que surgen a lo largo del territorio peninsular y que se coordinarán a través de una Junta Central (septiembre 1808) que solicitará el apoyo a Inglaterra. En aquellos días, las clases medias, intelectuales e hidalgos asumieron el poder, apoyándose en los campesinos y artesanos que combatían a las “autoridades” que colaboraban con los franceses.
La insurrección se convirtió en un levantamiento popular, (“el pueblo en armas”), un movimiento espontáneo sin organización previa que se produjo  en muchos lugares por decisión local  (declaración de guerra del alcalde de Móstoles, Andrés Torrejón) a través de proclamas y manifiestos antifranceses y de juntas locales y provinciales (unas de tendencia liberal, otras absolutistas) que surgen para llenar el vacío de poder y la actitud colaboracionista o dubitativa de las instituciones de gobierno (audiencias y capitanes generales).
El rasgo de  guerra popular  se reflejará en  la resistencia a través de las “guerrillas” que organizadas en partidas y cuadrillas tuvieron su ámbito de actuación en el medio rural. Pero las motivaciones del levantamiento de los españoles (pueblo y élites) son diversas e incluyen diferentes dimensiones:
- Movimiento “nacional” y lucha  patriótico por la independencia e integridad territorial de España, pero también de defensa de las viejas instituciones, costumbres y leyes.
        - Dinástico, oponiendo a José Bonaparte ( “el rey intruso”) al “deseado” Fernando VII, el monarca raptado al que se identifica con la patria.
         - Religiosidad  popular y en defensa de la Iglesia y religión católica ante el “ateísmo” y anticlericalismo francés.

Un pueblo, en su mayoría campesino y analfabeto, reaccionaba espontáneamente ante la invasión movido por unas ideas más vividas que pensadas: el rey es, por definición, justo y bueno y es natural que su voluntad sea ley (el rey como mito). Un pueblo dirigido por un clero rural que considera las renuncias de Bayona impuestas por la fuerza y el engaño. El levantamiento tiene un sentido claro: echar a los franceses y  reponer a Fernando en el trono (José María Jover). No obstante, no podemos ignorar las aspiraciones de renovación social e incluso cierta tendencia antiaristocrática de ciertos sectores populares, acuciados por la grave situación económica

Las diferentes posturas ante la invasión

                En las élites del país podemos apreciar  cuatro tendencias que dividen a los españoles:
  • Los absolutistas que aceptaban el estado de cosas anterior al levantamiento de mayo: partidarios del Antiguo Régimen y de la preeminencia de los estamentos privilegiados. 
  •  Los afrancesados que aceptaron y colaboraron con el régimen de José Bonaparte que imitaba al de la Francia Napoleónica (reformas pero sin revolución, al estilo del despotismo ilustrados)
  •  Los reformistas o jovellanistas que defienden la necesidad de un programa de reformas en la línea de los proyectos ilustrados
  •  Los revolucionarios liberales que aspiraban a una transformación profunda de la sociedad a través de la convocatoria de unas Cortes constituyentes que establecieran una constitución escrita que recogiese las bases jurídicas de una nueva sociedad burguesa.                       

La convocatoria de Cortes: el primer intento de revolución liberal-burguesa
               
Los”patriotas”, no aceptaron las renuncias de Bayona. Eran la inmensa mayoría del pueblo español, pero divididos en  tres tendencias: jovellanistas (constitución histórica, soberanía compartida rey-cortes, Cortes estamentales), liberales (antiguos ilustrados, burguesía, clases medias -intelectuales, comerciantes, industriales, profesionales-  y algunos nobles y eclesiáticos  que defienden soberanía nacional, constitución liberal, y absolutistas (soberanía real y tradicionalismo católico del Antiguo Régimen). Absolutistas y liberales, ahogarán a los jovellanistas  serán enemigas entre sí, se enfrentarán en Cádiz , durante el reinado de Fernando VII y gran parte del siglo, con ecos que llegan hasta la actualidad.
El 25 de septiembre de 1808 se creó en Aranjuez , y presidida por Floridablanca,  una Junta Central, como órgano de carácter y jurisdicción nacional para organizar la resistencia contra el invasor y conseguir el apoyo de Inglaterra. Se retiró a Sevilla y después a la Isla de León (San Fernando), donde se disolvió transmitiendo su poder a una Regencia encargada de la dirección de la guerra.    La Regencia convocó a la “nación” para una reunión de Cortes en septiembre de 1810.

El 24 de septiembre de 1810 se reúnen  en Cádiz los representantes de las provincias y de las colonias: al disolverse el Consejo de regencia, asumen en una sola cámara y de manera revolucionaria el ejercicio de la soberanía y la edificación de una sociedad política nueva. Muñoz Torrero exalta en su discurso inaugural la soberanía nacional, la división de poderes y la inviolabilidad de los diputados. Triunfaron la tesis de los liberales (Conde de Toreno) y el primer decreto formula el principio de representación nacional de los diputados como depositarios de la soberanía nacional. El recuento de diputados nos señala un predominio de intelectuales y de clases medias

La labor de las Cortes de Cádiz se concreta en dos  aspectos :una serie de decretos y leyes y la elaboración y proclamación de la Constitución de 1812.
 La Constitución de 1812 y las medidas legistativas de las Cortes de Cádiz


El 19 de marzo se proclama la primera constitución española, la Constitución de 1812 Los 384 artículos se dividen en 10 títulos: 1)La nación, los españoles y la soberanía nacional, II) Territorio y religión, III, IV y V) Los poderes, VI) Administración Local, VII) Organización fiscal, VIII) Ejército, IX) Instrucción Pública y X) Inviolabilidad de la Constitución. Las ideas clave son: 
  • Soberanía nacional
  •  División de poderes. El Estado como monarquía hereditaria
  • El Poder legislativo reside en las Cortes con el rey. El rey puede promulgar, sancionar y vetar las leyes
  •  Poder ejecutivo: reside en el rey que nombra a sus secretarios (ministros). No existe control parlamentario del gobierno. Limitaciones al poder real (art. 172)
  • Poder judicial en tribunales independientes. Se reconocen las jurisdicciones especiales eclesiástica y militar.
  • Confesionalidad y exclusividad de la religión católica, apostólica y romana
  • Ejército permanente y Milicia Nacional
  • Cortes unicamerales elegidas por sufragio universal indirecto de varones mayores de 25 años. Elegibilidad censitaria
  • Poder local y provincial. Alcaldes y Diputaciones.

La Constitución de 1812 recoge principios tradicionales y los combina con otros de inspiración reformista y revolucionaria (Constitución francesa de 1791). Refleja el ideal de gobierno de una minoría de intelectuales y de una burguesía aún demasiado débil. El fracaso en la práctica demostró que la sociedad española aún no estaba preparada para pasar de ser súbditos a ciudadanos, ante una gran parte de la Iglesia y de la nobleza que se opusieron a la pérdida de sus privilegios y un pueblo que clamaba por “el deseado”. Sin embargo se convertirá en la referencia obligada de todos los movimientos liberales del XIX e influirá en las constituciones hispanoamericanas.


Además, las Cortes promulgaron una serie de decretos y leyes que pretendían crear las bases de un nuevo régimen liberal:

a) Abolición del régimen jurisdiccional (agosto de 1811)
b) Desamortización de propios y baldíos (enero de 1813)
c) Eliminación del mayorazgo
d) Supresión de gremios (junio 1813)
e) Libertad de imprenta (noviembre de 1810)
f) Medidas relacionadas con la cuestión religiosa: desamortización eclesiástica y supresión de la Inquisición


Este conjunto de medidas pretendían desmontar el Antiguo Régimen y los privilegios de la sociedad estamental, implantar una sociedad de clases basada en lala igualdad jurídica y la movilidad socialde los individuos:
  • - En el orden social, la abolición del régimen señorial acaba con la justicia  señorial, y desaparece la exclusividad de acceso a cargos administrativos, políticos y militares que poseía la nobleza.
  • - En el orden económico desaparecen las prestaciones señoriales, vinculaciones, mayorazgos y se propugna la libertad de trabajo
  • - En el orden jurídico, la unificación legal acaba con fueros y privilegios, así como con costumbres de derecho consuetudinario (matrimonios desiguales, por ejemplo).

Pese a la crisis de la sociedad estamental, la reacción absolutista frenará y alargará el proceso de instauración de un régimen liberal, subsistirán muchos privilegios  y la persistencia del poder de la nobleza se hará notar a lo largo de todo el siglo XIX. La revolución liberal-burguesa no ha hecho sino empezar un largo camino lleno de obstáculos y resistencias.